En vista de que el verano llegó, vamos a hablar de una de las enfermedades más comunes de la piel especialmente en América Latina. La población en general lo conoce como “paño”, pero su nombre científico es melasma.
Melasma es el oscurecimiento de la piel del rostro generado por un incremento de un pigmento llamado melanina, esta enfermedad se adquiere en el tiempo, suele ser crónica y recurrente, iniciando aproximadamente a los 30 años; caracterizándose por manchas en áreas expuestas al sol, circunscritas, de color café claro a oscuro.
Es un padecimiento cutáneo que aparece entre hasta en el 56% de mujeres embarazadas, 46% en quienes usan anticonceptivos orales, y apenas 10% de los pacientes con este padecimiento son hombres, no obstante afecta la calidad de vida de quienes lo presentan.
Los factores que determinan su aparición son:
- Genéticos: quienes lo sufren casi siempre tienen un familiar en primer grado que también lo refiere.
- Exposición solar: La radiación Ultravioleta (UV) inflama la piel e incita la formación de melanina y la secreción de hormonas que estimulan su producción.
- Hormonales: el aumento de estrógenos hace proclives a las mujeres de padecerlo, aunque en algunas pacientes puede ocurrir aun cuando los niveles de hormonas sexuales no están elevados.
- Luz visible: El espectro visible de la radiación solar también puede inducir melasma con una pigmentación más oscura y persistente que la ocasionada por la radiación UV, sobre todo en personas con pieles oscuras.
- Procesos inflamatorios: la inflamación de la piel ya sea por uso de cremas, mascarillas faciales, o por enfermedades de la piel pueden pigmentarla.
- Factores dérmicos: ciertas sustancias que genera la piel pueden causar su oscurecimiento.
Si bien se describen los factores de forma individual, se ha observado una combinación de las causas mencionadas para su manifestación.
Existen una gran variedad de enfermedades que pueden confundirse con el melasma, por lo que es de suma importancia que acuda a su dermatólogo para que su piel sea bien diagnosticada y tratada, además se ha visto que de no llevar un tratamiento adecuado, las manchas pueden tornarse más recalcitrantes.
Como tratamiento en primer lugar se debe disminuir la exposición solar y utilizar bloqueadores solares que incluyan protección para luz visible.
Evitar el uso de mascarillas “naturales”, fricción en la piel y la automedicación que puede empeorar y generar el cuadro mencionado.
Existe un gran arsenal de medicamentos que sirven para tratar el melasma, pero hay que saber dosificarlos e indicarlos al paciente, además los dermatólogos contamos con productos y equipos que nos ayudan a que la recuperación de nuestros pacientes sea más rápida y progresiva. Dentro de éstos puedo mencionar a los peelings, tratamientos inyectables en forma de mesoterapia, tratamientos con láser.
Te invito a mi consulta para una valoración y para brindarte un tratamiento personalizado e integral de tu piel!.
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